DIAS #22 & 23

Me resistía a soltar lo que ya no me tomaba de la mano; me encontraba de rodillas sangrando tu adiós, sintiendo que los días no iban a poder borrar todo el dolor que tenia dentro. Pero si pudieron, lo borraron.

De pronto empece a notar cosas que antes no había notado, de la nada note a alguien que siempre estuvo, alguien especial con quien puedo hablar de todo, porque resulta natural, fluyen las palabras, fluye decir hasta los miedos; y poco a poco cuando menos lo esperas, te vas curando. Soy de esas personas que aun cree que las risas pueden curar lo que sea; y es así, porque estos días no he parado de reír. Porque a veces existen de esas personas, que vienen a construirnos, a hacernos reír todo el tiempo. A veces traen ladrillo a ladrillo y a veces nosotros debemos traerlos para ellos. Esas personas no deberían irse nunca. Pero también como hay personas que curan, hay personas que dañan; quien diría que necesitamos pasar por el daño para poder apreciar a las personas que curan.

Descubrí que el tiempo no lo cura todo, el que se cura es uno mismo; el tiempo tan solo ayuda a que notes la realidad de las cosas, que te des cuenta de cosas que habías ignorado; y eso hace mas fácil tener ganas de sanar.

Todo se cura, pero debemos darnos cuenta que debemos empezar a hacerlo. Empezar a soltar todo lo que nos dañaba es el paso mas difícil, lo admito, pero no es imposible; el tiempo, la risa y la música sanan; solo debes encontrar tu antibiótico favorito y aplicarlo, diario.

Estos días estoy sanando, se que no es tan fácil, se que tal vez ando anestesiada, pero es el primer paso. Empece a deshacer las cosas que hice para "olvidarte", como ocultarte pensando que eso seria suficiente, ocultarme a mi misma cosas que podrían "lastimarme"; me alegra ver que, ya no me lastiman. Aun pronuncio tu nombre, por equivocación, cuando quiero contar algo. Pero ya no me siento mal, me rió y digo "maldita sea cerebro", es costumbre, ya no duele.