DÍA #10

Hoy me replantee los títulos de mis entradas, creo que lo correcto seria llamar a este el DÍA #40, ya que desde hace 40 días ya no somos uno, desde hace 40 días empezó mi sufrimiento por perderte y sabia que no volveríamos a decir que eramos "nosotros"; pero, aun así omití el periodo de "tiempo" por respeto a que, tal vez, aun merecías el titulo de "novio", aunque en ese periodo te hayas comportado como todo lo contrario.

Aun no puedo asegurarlo, pero creo que ya no me dueles como antes, después de un mes y 10 días de llanto y sufrimiento; aunque no has dejado de doler del todo, ya no te extraño como antes. Tu desde hace ya tiempo (mucho antes de nuestros 40 días lejos) decidiste seguir con tu vida sin mi, en realidad creo que jamas estuve en tus planes a futuro, en alguna ocasión me lo mencionaste "no me imagino contigo como esposos" o "tenemos intereses diferentes"; y pues, esta bien, supongo que me costaba aceptarlo pero, lo nuestro acabo, en realidad mejor ahora que en unos 2 años, nos ahorramos mentiras y promesas rotas.

Quisiera olvidar el día que nos conocimos, lo que vivimos, lo que planeamos, las risas, las borracheras, los besos; olvidar que fui parte de tu vida y tu de la mía; pero eso creo que seria imposible, porque aunque me hayas herido, fuiste parte de mi vida, me enseñaste todo lo que no volveré a permitir; no mentiré, me muero de miedo, pero ya no es miedo a perderte, a olvidarte, a no verte. Muero de miedo de volverme a sentir así con alguien que no seas tu, de darme cuenta que te olvide.

Tal vez siempre me duelas un poco, al final fuiste mi primer corazón roto, el que duele mas; y como leí hace poco en un libro que me presto alguien muy preciado, "cuando a alguien se le rompe el corazón, no importa cuanto empeño ponga la otra parte, esa persona no sera la adecuada para curar esa herida"; me rompiste, pero ya no hay nada que puedas hacer; y por fin lo entendí, se acabo y fue lo mejor, estabas consumiéndome, eras como una droga, que poco a poco me destruía. Y aunque hayas o no sido un error, al final, fuiste mi decisión.

Hoy me siento bien, extrañamente tengo muchas ganas de vivir, de volver a sentir y de olvidar; en serio espero que todo esto no sea un espejismo. Deseo que esto sea real, que no existan recaídas y que no vuelvas a ser piedra en mi vida. Hoy me siento increíblemente fuerte y aunque no me agrade admitirlo, es gracias a ti. Gracias por haberme destruido.