Pensemos...

Septiembre a medias. Domingo, media mañana. La verdad, no era lo único que se encontraba a medias. Simplemente me acordé de lo importante que son las comidas, y los aviones de papel bastante defectuosos, nunca pude hacerlos volar. Tú sabías volar mejor. Yo estaba a tú lado. El mundo podía estar cayendo allá afuera, pero aquí dentro todo estaba bien. Tu estabas. Mis ganas de huir y abandonar todo, me las quitabas con solo tu sonrisa. Cuando tomabas mi mano, todo lo que causaba miedo se desvanecía, todo se veía menos roto. Estabamos en un día soleado, con la tranquilidad en el pecho. De pronto, todo empezó a ponerse mas ruidoso, era tan fuerte que atontaba mis sentidos, me empecé a quedar sola y tu no tanto. Empezaste a hacerte pequeño de lo lejos que te veía, hasta que un sonido particular entro a mi cabeza, "bum" como una burbuja rompiéndose, ya no lograba verte.

Habían sonrisas, demasiadas, pero ya no las compartíamos, las noches empezaron a ser largas, pero no lo suficiente para suprimir mi cansancio, dormir simplemente ya no era suficiente para acallar mis pensamientos. Ya no había noches de comer helado, ni manos sudadas o cosquillas en la espalda, ni esas miradas que hacían que mi corazón se acelere.

Había miedo y también otras personas. Había una persona de tu lado, a mi lado, amigos. Mi mente solo mencionaba que merecíamos otras cosas. Yo necesitaba sentimientos fuertes y honestos. Que todo se haga humo, que se vaya con el aire, pero que se vaya bien, que sea imposible volver a encontrarlo. Y estuve bastante cerca, estaba reparandome, pero no estuvo bien.

Estuve a punto de pronunciar esas palabras "quédate", pero no salió nada. No pude, todo era humo, me encargue de eso.

Ahí me di cuenta que estaba haciendo todo mal, las cosas iban mal y solo ocasionaba cosas malas, aunque no me di cuenta, en ese momento juro que no parecía. Por querer repararme, rompí mucho mas.

Me habría encantado tener la fuerza para no romper a nadie en mi camino, aclarar todo, no permitir que se abuse de mis ganas de querer volver a comenzar, traía heridas frescas, y la verdad yo ya no servía para reparar. No quise que nadie intentara borrar mi pasado, pero tampoco que lo carguen en su espalda. Quería hacerlo sola.

Supongo que es mucho mas fácil estar callada, es mas sencillo destruir que reparar.

Se que tu querías repararme, pero quien mejor que yo para curarme, cada uno sabe como reparar su propio corazón, yo ya repare el amor a mi cuerpo, pero quedaron pendiente mis enredados pensamientos.

Y se que soy muy egoísta, pero en tu mundo, por favor, espérame.