Semana #3, mes#2

Cuando era mas pequeña, obviamente en edad y no en estatura; creia en el amor como un cuento de hadas, con el paso del tiempo lo que creía se fue transformando. Ya no deseo encontrar un perfecto príncipe azul que me diga cosas como "te amare por siempre" o "jamas te dejaré", sino solo quiero a alguien que entienda que la vida pasa, que todo cambia, que a veces las cosas mejoran y a veces empeoran. No deseo a alguien que piense que soy perfecta y jamas se enoje conmigo, necesito que me digan las cosas como realmente son, que me ayuden a mejorar. Quiero a alguien que entienda que estoy completa; y aun asi, encienda las ganas de estar con el porque asi me siento mucho mejor. Entendí que querer no se trata de ver perfecto/a a la otra persona, se trata de ver belleza en los defectos antes que las virtudes; y me divierte, empezar a amar cada imperfección, cada berrinche y cada enojo. Ver la belleza en el cabello despeinado, en las sonrisas rotas, en los ojos tristes; y a pesar de todo eso decir "que hermosa persona conocí". No debes permitir que las decepciones te apaguen, ni el miedo te impida volver a intentarlo, a enamorarte. No puedes desperdiciar la oportunidad de experimentar el amor, en lo mas insignificante, como amar una canción o un poema. Tienes que enamorarte de quien eres, y decir que hermosa persona soy y que hermosa persona merezco. Se que a veces es difícil, no sabes si confiar o escapar, despues de tanto lo que menos quieres es salir lastimado; porque puedes creer mucho en el amor, pero tambien sabes que existen las mentiras, las malas personas y el paso incierto del tiempo.

Estos ultimos dias empece a dejar el miedo, tenia demasiado miedo de la gente, que la gente comente y se hagan ideas equivocadas de mi. Estaba tan asustada del "que dirán" que empecé a lastimar a quien quería. Pensándolo mas a fondo, me di cuenta que era una estupidez. Tal vez vivi atrapada tanto tiempo que el hacer cosas que realmente me hicieran sentir bien y libre, me hacia sentir culpable; pero en realidad... A quien rayos le importa lo que haga o deje de hacer, acaso ¿vale la pena vivir con miedo antes que ser feliz?