top of page

Valiente.

  • Foto del escritor: La Galletita de Corrospum
    La Galletita de Corrospum
  • 21 jun 2019
  • 2 Min. de lectura

Me están obligando a ser fuerte; y justo ahora todo es muy confuso. Nada, es como creía, todo se va resquebrajando y no puedo impedirlo.

Debes ser valiente, me lo repito mil veces, es fácil, solo debo apretar los dientes para acallar el dolor, poner la mejor cara y la mente en blanco cada día, con el pensamiento de que estoy tomando el camino lento hacia una vida mejor.


Es demasiado lento, creo yo. Cada día siento que voy a morir, lo sentí por tanto tiempo que empecé a cuestionar si eso me pasaba, si estaba muriendo; y lo comprendí de golpe. No era yo, fingía ser yo, fingía estar bien. No moriría, solo me dolía; estaba cansada. Cansada de mí, de todo, de fingir que todo es bueno, cuando duele por dentro.

No tienes que lidiar con mi abismo y hundirte, necesitas estar bien. Yo voy a estar bien, solo necesito tiempo, silencio. Porque, aunque suene irónico la persona más lastimada, suele ser la que lastima más.


Y, perdóname, por no tener las palabras correctas para describir como me siento y simplemente echarme a llorar; si me alejo y parezco distante, perdóname, necesito tiempo para aclarar mi mente que se pone mal. Sabes que soy torpe para hablar, se me da mejor escribir. Y si me quedo callada te juro que no es porque no te quiera, sino porque temo decir algo que te pueda herir. Estoy cansada. Ya no puedo sostener más peso del que llevo. Y sé que va a pasar, y cuando pase, estaré de pie frente al espejo, preguntándome: ¿cómo fue que lo hice? ¿Cómo resistí?

Porque cuando todo pase, notare que en realidad no pasó nada, entenderé que solo estaba un poco triste, un poco lastimada. Solo estaba de mal humor, harta de esconder todo el tiempo lo que siento, lo que pienso, lo que me gustaría decir. Solo estaba sola, otra vez.

Perdóname, siempre he sido así. Lamento serlo, inestable y cambiante. Te he hecho tanto daño. Siempre aparente ser una caja fuerte, cuando era una simple caja de cristal. Y finalmente me rompí. Y todos mis pedazos cayeron, casi rozando lo invisible; donde los gritos son solo murmuros, el sonido invadiendo mi cuerpo, escondiéndose en cada ligamento. Cada golpe cuestionaba mi resistencia, bloqueaba mi mente, me tenía tan lastimada, que pensé que podía acostumbrarme a romperme y volverme a pegar. Pero no. Nadie se acostumbra al dolor, sigue volviendo una y otra vez, hasta destruirte.


No sé cómo parar esto.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Mejor muero yo

Hay cosas que uno nunca quisiera escuchar, menos cuando es pequeño, siempre he sido de esas personas que tienen la mala suerte de...

 
 
 

Comments


Post: Blog2_Post

©2019 by La Galletita de Corrospum. Proudly created with Wix.com

bottom of page